domingo, 7 de abril de 2013


Medina contra la pobreza 
 



JOSÉ SEHUOERER
Listin Diario 15/02/2013 
La pobreza es el flagelo que afecta al mundo entero, específicamente a los países en vías de desarrollo, el cual incluye nuestro país. Por tal motivo y razón el gobierno del presidente Danilo Medina Sánchez, en procura de enfrentar esta situación, dispuso recientemente y aún se mantiene, elaborar  un enfoque sobre la importancia de mejorar la salud de la población más necesitada, sobre la base de reducir a la mínima expresión la pobreza. Para esta función quedaron comprometidas una serie de ministerios y direcciones generales, quienes se encargarán de analizar el impacto de la salud en el desarrollo, y a la vez buscarían las formas de inversión en salud las cuales se van a traducir en un crecimiento económico en esa población afectada por la pobreza.
Sin discusión alguna, las enfermedades son las principales causas, para que ciertas sociedades queden atrapadas en la trampa de la pobreza. Por ejemplo, los pueblos del interior de República Dominicana viven de la agricultura, con una baja infraestructura de carreteras, caminos vecinales, electricidad deficiente, agua potable, regadío, y otras actividades más del campo; además, sin educación, que le impide aspirar a un trabajo más cualificado, por igual, dependiendo de los azotes de la naturaleza, como son: las sequías, inundaciones, plagas, enfermedades y otras catástrofes, de las cuales son víctimas recurrentes de esos fenómenos naturales, aparte especialmente de los ataques de las enfermedades emergente y reemergentes; y por último, pero principalmente, por la migración indiscriminada y sin control hacia las grandes ciudades, aumentando de esta manera el cinturón de miseria.
Todo lo que los pueblos producen lo necesitan para su alimentación y sobrevivencia. Ese ahorro aunque afectado por la cadena de intermediarios y adquirido a través de la agricultura le permite una comercialización de sus productos agropecuarios y por naturaleza propia de una educación y una mejor salud para su familia.
Estas inversiones se supone que están hechas  sobre la base de un salto hacia el primer peldaño de la escalera del progreso, pero lamentablemente se dan poco casos, y solo hay lo suficiente para subsistir. Es aquí donde la economía de subsistencia o de una aspiración a un  pequeño progreso, donde las enfermedades pueden tener unos efectos devastadores sobre la economía familiar. Por ejemplo, tenemos un caso de un niño que padece de malaria y debe cubrir el mismo, es lógico pensar que el presupuesto de la economía de la familia sufre los rigores de la reducción del mismo y con ello su capacidad de hundir el presupuesto anual de la familia y su capacidad de ahorro, esto es sin hablar de las consecuencias de padecimiento de enfermedades como el VIH sida, y otras enfermedades crónicas o mortales para una de las cabeza de la familia.
Hay muchos lugares del mundo, donde las infecciones de vías respiratorias bajas, las diarreas, la tuberculosis, la leptospirosis, así como las llamadas enfermedades tropicales como el dengue, la malaria, y las no controladas, están directamente asociadas a la pobreza por su impacto social, sobre todo en el desarrollo infantil, la educación, la salud de las madres y los recién nacidos, conjuntamente con la productividad de los trabajadores. Son estos mecanismos los que demuestran que las enfermedades no solo ocurren en lugares pobres y muy pobres, sino que también promueven la pobreza a la máxima expresión.
A nivel epidemiológico conocemos de algunas medidas de cortes higiénicos, de hábitos, y de medicación que pueden y son el vehículo de la prevención de un gran número de enfermedades, pero su implantación y su costo permiten que solo una pequeña cantidad de personas se beneficien de ellas, en razón de que es muy difícil que toda la población reciba gratis el tratamiento indicado para tal o cual patología. Esperamos, y así es el deseo de todos, que la seguridad social se encargará de esta parte. Las enfermedades tropicales se agrupan en una serie de enfermedades  producidas por helmintos (ascariasis, trichuriasis, anquilostomiasis, filariosis linfática, oncocercosis, y esquistosomiasis), y otras clasificaciones. La prestación en la atención de estas enfermedades tiene un gran impacto en la salud y el desarrollo infantil, en las condiciones de las embarazadas y perinatales, y por consecuencia en el desarrollo y productividad de todos los trabajadores.
En relación al impacto en la salud infantil y el desarrollo, los niños son en edad escolar los más afectados por ciertas enfermedades como producto de la parasitosis  intestinal, tal como es la ascariasis, trichuriasis y otras. El impacto creado por estas parasitosis en la población es de una marcada anemia y una desnutrición. Y es aquí donde el ministerio de salud pública, debe implementar la desparasitación en masa a esa población, sin importar que se reinfectan de nuevo, para esta última parte se crean los diferentes mecanismos epidemiológicos de prevención y promoción  de la salud.
En cuanto al impacto en la salud materna y perinatal, se pueden ver afectados tanto por la enfermedad de la madre como por la transmisión materna-filial de esta. Las más frecuentes son las enfermedades debilitantes la que se traducirían en una anemia y amenaza del embarazo, con una incidencia negativa para el niño, el cual presentará un bajo y muy bajo peso al nacer, así como la mortalidad materno-perinatal. En cuanto al impacto sobre la productividad de los trabajadores; otra manera que tienen estas enfermedades tropicales de promover la pobreza es la discapacidad transitoria o continua para el trabajo que producen en todos los afectados, donde se refleja con una alta disminución de su productividad.
Los controles de las aguas potables para la población, deben ser de las más óptimas condiciones para su consumo, ya que el agua es uno de los mejores vehículos de transmisión de múltiples enfermedades, y por tanto necesita de un riguroso monitoreo que garantice y asegure su calidad. La República Dominicana cifra sus esperanzas en que el presidente Danilo Medina Sánchez, pueda seguir llevando a cabo una verdadera revolución contra el hambre y la miseria en el país sin importar a quien tenga que enfrentar, y así esperamos que sea. 
El autor es médico epidemiólogo.

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