miércoles, 6 de febrero de 2013

La pobreza no la hizo Dios, la hacemos tu y yo cuando no compartimos lo que tenemos.



























La voz de los niños: Los olvidados de la calle

Estos niños duermen en edificios abandonados, debajo de puentes, en portales, parques y playas, sufriendo de desnutrición y ausencia de atención médica. Viven bajo nuestros ojos, nos limpian vidrios y zapatos cada día, nos miran mientras les decimos que se quiten cuando nuestro semáforo está verde. Sufren de la indiferencia de la mayoría de la gente que pasa por la calle donde viven.
SANTO DOMINGO, Distrito Nacional (República Dominicana).-La mayoría de los niños de la calle de Santo Domingo salen de su casa por estar sufriendo maltrato físico y muchos de ellos compran y utilizan droga para olvidar su sufrimiento y el hambre. Su realidad cotidiana es marcada por indiferencia y exclusión. ¿Qué piensan ellos?

En los últimos 20 años la cantidad de niños y niñas que habitan la calle ha aumentado considerablemente a nivel mundial, llegando cerca de los 100 millones. Según datos de UNICEF, unos 40 millones se concentran en las calles latinoamericanas. Se estima que en la República Dominicana alrededor de medio millón de niños viven o trabajan en las calles o se encuentran en situaciones carenciales.

Estos niños duermen en edificios abandonados, debajo de puentes, en portales, parques y playas, sufriendo de desnutrición y ausencia de atención médica. Viven bajo nuestros ojos, nos limpian vidrios y zapatos cada día, nos miran mientras les decimos que se quiten cuando nuestro semáforo está verde. Sufren de la indiferencia de la mayoría de la gente que pasa por la calle donde viven.

"Vivo en la bomba Shell", explica Christopher de 11 años, en la calle hace 3 años. "Allá me conocen y me dejan dormir. Me busco la vida pidiendo dinero y limpiando zapatos. No conozco a mi padre y mi madre vive en los Alcarrizos con mis hermanos pequeños. No había comida para mí y por eso me fui", explica con una mirada de adolescente precoz que dejó su niñez hace mucho.

Como Christopher, muchos niños de la calle provienen de hogares marcados por la pobreza, como barrios de Santo Domingo o áreas rurales del país. Es incuestionable que detrás de todo esto está la necesidad de nutrirse, de escapar de situaciones de indigencia, de maltratos en los hogares, de discriminación social y delincuencia. Sin otra alternativa, estos niños buscan en la calle un medio de supervivencia, un lugar de trabajo y única fuente de ingreso.

Maltrato intrafamiliar y social
Según una encuesta realizada por Niños del Camino y el Centro de Estudios Sociales P. Juan Montalvo (2001) a niños y adolescentes entre 8 y 18 años en Santo Domingo, el 52,63% de ellos afirmó salir de su casa por estar sufriendo maltrato físico o insultos (22,81%), un 10% por hambre y un 9% por libertad. "Me daban en la casa. Me tenía amarrado con una cadena y a veces me daban golpes en la cabeza", es uno de los testimonios recolectados por las ONGs.

Las condiciones de pobreza determinan el número de niñas y niños que viven y trabajan en la calle, que provienen de familias que no logran proporcionarles los bienes básicos y educación y por ello son comunes historias de maltrato, desintegración y/o abandono.

Como señala la investigación, hay una reducida presencia de las niñas "por su escasa presencia en los lugares encuestados, porque muchas de ellas suelen pasar tiempo en centros de prostitución y zonas turísticas del país".

La invisibilidad de las niñas en las calles no es entonces motivada por una mayor protección de sus derechos y mejores condiciones de vida, sino está relacionada con diferentes formas de búsqueda de soluciones para sobrevivir o son obligadas por dinámicas de explotación.

Consumo de drogas
El estudio del 2005 de Niños del Camino, enfocado sobre niños y adolescentes que viven en la calle en relación al VHI/SIDA y drogas, reveló que en relación a la pregunta de si conocen algún tipo de drogas, el 84.6% de los niños, niñas y adolescentes, respondió que si. Sobre cómo las conocieron, el 59.1% por medio de un amigo, el 13.6% por un familiar, el 9.1% por un vendedor, el 4.5% por la TV.

Como se observa en el estudio las drogas de mayor conocimiento por parte de los niños, niñas y adolescentes, son la marihuana, cocaína, alcohol y cigarrillos.

"Llama la atención, que en el caso de los inhalantes, específicamente el cemento, dicha droga no aparezca con un porcentaje significativo. Esto podría reflejar un cambio respecto al tipo de drogas que consumen los niños, niñas y adolescentes que viven en la calle actualmente, frente al consumo y uso de drogas de esta población unos cinco años atrás, cuando la droga que más conocían y posiblemente consumían era precisamente el cemento", destaca la encuesta.

Los inhalantes, tales como pegamentos y solventes, son las drogas más peligrosas y pueden provocar a largo plazo problemas mentales ya que destruyen las células del cerebro y otros tejidos orgánicos. La inhalación de sustancias con elementos químicos muy concentrados como los disolventes o los aerosoles pueden causar directamente insuficiencia cardíaca y muerte. Los usuarios experimentan vómitos, y pueden morir de asfixia.

"No utilizo cemento porque he visto muchos niños estar mal con esto y algunos han muerto", me cuenta Carlos, de 9 años que vive en el malecón en las cuevas de la playa junto con algunos amigos. "Nosotros aquí consumemos droga de vez en cuando, pero no olemos cemento. En el parque Erniquillo lo hacen", me comenta Carlos, pidiéndome un dólar para comer.

Juan y Edward, que viven en este parque desde hace 4 años, me informan que hay más adolescentes que niños que utilizan cemento. "Nosotros sabemos que el pegamento nos puede matar. Algunas veces lo utilizamos para no sufrir de hambre y porque es muy barato y fácil de conseguir en las tiendas", me explican los dos hermanos entre el miedo que pueda ser un policía que les quiere llevar a la cárcel.

Como se puede observar en la encuesta del 2005, los que consumen drogas en un 47% la obtienen a través de amigos, 38.9% la obtiene usando el sexo como recurso de acceso, el 8.4% roba para comprarla. Estos datos revelan que la mayoría de los niños y adolescentes encuentran drogas con la ayuda de sus amigos, lo que significa que existe facilidad en poder buscar diferentes tipos de droga en la calle.

Aunque existen convenciones internacionales, leyes y códigos que sancionen estas conductas y se destacan grandes esfuerzos de las instituciones, ONG y sociedad civil dominicana en el rescate de los niños de la calle (a través de programas de reinserción, educación, orientación y atención médica), todavía queda mucho por hacer para resolver este alarmante desafió social.

¿Qué podemos hacer entonces para enfrentar este problema?
Como ciudadanos no demostrar indiferencia y no discriminar estos niños, niñas y adolescentes que habitan en las calles de Santo Domingo. La indiferencia puede ser razón de la poca autoestima que tienen estos niños y puede llevar a estados depresivos y en casos extremos al suicidio. Asimismo, apoyar proyectos de desarrollo como el que impulsa organizaciones locales e internacionales para que estos grupos vulnerables se inserten en la sociedad y tengan la atención que se merecen.








































































2 comentarios:

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  2. Me pongo malo de verdad estas imágenes, pobres niñitos, sobre todo el de la imagen de arriba, tengo sobrinos de edades como la de estos niños y en fin... que pena. Espero que algun día los gobernantes de sus paises pueda acordarse de ellos, aunque solo sea porque puedan tener una ropa y una vestimenta digna.

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